Sierra de Monsalud, Extremadura

Entre encinas y alcornoques



Un buen sábado de mañana un selecto y destacado grupo de senderistas (entre los que yo me encuentro.... jejejeje) apodados "Los Telerines", emprendimos una caminata
sierra arriba. El día acompañaba, y las ganas también.

¿Por qué la Sierra de Monsalud? Porque el enclave es ideal, una dehesa alcornoquera y bellotera, paisaje típico extremeño al cien por cien.



Según Emilio y Ángeles allí se encuentra un trocito de paraíso de unas cuantas hectáreas llamadas "La Guaría" 

  
Nuestra ruta senderista comenzó exactamente aquí, en este punto. Traspasamos la cancela y el paisaje que se iba abriendo ante nuestros ojos era todo un espectáculo.




Íbamos atravesando fincas en donde los animales pastaban plácidamente, siendo muy cuidadosos de no molestar a bichos de cierta envergadura.....




Os sitúo: la Sierra de Monsalud está ubicada en el centro de la provincia de Badajoz, es una continuación de la cadena montañosa de la Sierra de María Andrés. Pueblos como Nogales, Salvaleón, Barcarrota, Almendral o Torre de Miguel Sesmero la circundan.




Es una sierra cuya línea de contorno no es muy quebrada, no sobrepasa los 800 metros con lo cual aunque para su ascenso hay que echarle riñones (soy novata y principianta) nuestro grupo es casi experto en coronar los 800s, los 900s y lo que se nos ponga por delante...




Durante el ascenso íbamos admirando este hermoso lugar, fotografiando la fauna y la flora. La bióloga del grupo, Mara, nos lleva siempre entretenidos y nos suele comentar sobre los nombres de arbustos, florecillas y árboles que a nuestro paso vamos descubriendo: lavándulas, lino, chupamiel, cardo, anagalis, amapolas, diente de león, jaguarzo, escoba,y un sinfín de variedades...

Por ejemplo, supimos de esta flor blanca, que pertenece al arbusto llamado Espino Blanco (Crataegus oxyacantha) y tiene unas propiedades sedantes, y va fenomenal siendo muy recomendable para nervios e insomnio y posee además propiedades vasodilatadoras de las arterias coronarias y cardiotónicas....todo lo que aprendimos ese día!!





Aprendimos también, como en todas nuestras escapadas, a respetar la Naturaleza, más que respetar a venerarla. Es tanto lo que nos ofrece....esa paz, esos colores reventando en primavera, esas armonías y contrastes de matices, los cantos de los pájaros, el rumor del agua, el olor a tierra labrada, los azules y añiles de los cielos extremeños....Ay!!... esos cielos limpios, totalmente, puros, sin mácula, sin la menor salpicadura de contaminación.

Qué bonita es mi tierra caray!!




En esta época nuestros campos están repletos de jaras, flores amplias, blancas y magníficas. La jara crece en laderas, de modo espontáneo, en tierras con muy poca cal. Florece desde Abril a Junio.

Como curiosidad apuntar que la jara es denominada como "el antibiótico e la Naturaleza" desde la época de la Grecia Clásica y que es muy apreciada en perfumerías como fijador de esencias.




Ah!! y también aprendimos algunos a diferenciar encinas de alcornoques...por el tamaño y forma de la hoja, por la flor y sobretodo por el tronco que por cierto...cuál de los dos troncos se "pela" cada 8 años, es decir, le quitan la corcha....lo sabéis? Alcornoque?? Encina??




   



Ese pueblecillo a lo lejos con castillo del medievo es Nogales. Encantador!!




Y ese pantano es el de Nogales que abastece de agua a  poblaciones cercanas.




Ya se ve el Edén........ Según  Emilio,  no hay tierra más maravillosa y espectacular como los alrededores de su pueblo: Salvaleón. Juzguen ustedes!!.....






Una vez dimos por finiquitado nuestro periplo, nos encaminamos hacia "La Guaría", una finca que posee el mayor lujo de todos los lujos: unos propietarios deseosos de agradar y hacerte una estancia muy pero que muy placentera.







Una vez en "La Guaría" nos dedicamos a reponer fuerzas con unas viandas de lo más variopinto.

Los anfitriones nos agasajaron con un más que suculento "pollo a la salmuera", pero allí no faltaron tortillas, queso, un sabroso atún al ajillo, chorizo casero de matanza, hasta unas fresas con vinagre se llevaron al campo, flan de bombones, pastelillos finos...... Exquisiteces varias....Menudo festín!!




Y a la caída de la tarde, tras pasar una velada más que satisfactoria, y habiéndonos echado un buen puñado de risas regadas con un aguardiente casero de fresas, al calor de un fuego inexistente si no más bien provocado por el orujo de marras, fuimos replegando velas y despidiéndonos de aquel cálido lugar al que más pronto que tarde volveremos.




Para nosotros quedan los recuerdos....y las fotos, testigos mudos de la impactante belleza de la dehesa extremeña.

Recién llegada de La Toscana he redescubierto mi tierra, sus campos con sus retorcidos troncos, su verdor en esta estación, las lavandas y amapolas desparramadas, asomando entre las espigas.

Recién llegada de La Toscana he apreciado aún más si cabe lo afortunados que somos al vivir en este pequeño paraíso llamado Extremadura.


Esta entrada se la dedico a esa pandilla de jóvenes compañeros de andanzas que un día cualquiera y sin saber ni cómo ni por qué, me adoptaron. Ahora soy toda una "telerina"

Va por tí Ángeles, y por tí Raquel, y por Ote, Emilia, Alonso, Mara, Ángel, Esther, y por nuestro líder espiritual Emilio.

5 comentarios:

  1. Valla pedazo de reportaje, gracias Inma

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    1. Gracias a tí por tu comentario!! Nos vemos muy pronto Ote :)

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  2. Preciosas tus fotografias, como siempre.

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  3. Se puede oler el campo a traves de ellas mientras, de fondo, se escuchan caer el agua del caño en el pilon, los cencerros de las vacas y el zumbido de las abejas. ¡Vaya arte que tienes!

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    1. Muchas gracias Alonso!!

      La Naturaleza esta vez me lo puso muy fácil, está en pleno apogeo primaveral y tras un "click" todo viene rodado: observar, encuadrar, disparar y compartir. Así de simple. Así de fácil....jejejeje.

      Un fuerte abrazo.

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