Taj Mahal, India




Una lágrima en la mejilla del tiempo


Lloraba un alma enamorada
lágrimas de dolor, pena, llanto
un corazón entorna su triste canto
una mano, cansada, tras su ventana cerrada.

Allí desde su palacio, desde su ventana 
admira aquella lágrima blanca
poesía hecha arte, arte que la pasión arranca
para ti, mi amada, mi esposa, mi alma hermana.

                                              Rabindranath  Tagore

Arjumand Banu Begum, el verdadero nombre de Mumtaz Mahal (La Elegida de Palacio), muere dando a luz a su decimocuarto hijo, a los 38 años de edad, allá por 1631.....y es ahí cuando empieza a fraguarse la verdadera historia del Taj Mahal o como definió Rabindranath Tagore al monumento: "Una lágrima en la mejilla del tiempo"

El Taj Mahal en cifras:

. Veinte mil obreros

. Veintitrés años de construcción, desde 1631 hasta 1654.

. Mil animales de carga: elefantes, bueyes, búfalos y camellos transportando materiales pesados desde todos los rincones de la India.

. Cincuenta millones de rupias, de las de antes, que en la actualidad son 500 millones de dólares, mucho más de lo que Luis XIV se gastó en la suntuosa Versalles.

. Las paredes de mármol blanco tienen incrustadas 28 diferentes tipos de piedras semipreciosas y gemas.

. En el año 2003, más de tres millones de personas visitaron el monumento.

. Para erigir este mausoleo se excavó y rellenó con escombros una superficie de 12.000 metros cuadrados para reducir las filtraciones del río.

. Se construyó una rampa de 15 km de tierra para trasladar los pesados mármoles desde Agra.

. En Febrero de 2008, cientocinquenta arqueólogos comenzaron a limpiar la fachada de mármol con barro, único elemento de limpieza no corrosivo ni abrasivo.

. Los cuatro minaretes están construidos con una leve inclinación hacia el exterior para que, en caso de corrimiento de tierra, los minaretes no caigan encima del mausoléo.

. En las noches de luna llena están permitidas las visitas nocturnas aunque durante algunos años (desde 1984 hasta 2008) estuvieron prohibidas por riesgo de atentado.

. En 1983 fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, siendo además nombrado como una de las siete maravillas del Mundo Moderno....impresionante!! Como impresionante es su razón de ser, en este caso de existir: una agridulce y verdadera historia de amor.





Arjumand Banu Begum nació en Agra, en el seno de una familia noble persa. Conoció al príncipe Yurram cuando contaba con tan solo 14 años. Se comprometieron  nada más verse. Su amor era incuestionable y verdadero pero tuvieron que esperar 5 años para poder contraer nupcias ya que, según los astrólogos, 1612 era la fecha adecuada que aportaría felicidad al matrimonio imperial.

Después de la celebración de la boda, Yurram...."encontrándola con una apariencia y carácter superior a las mujeres de su tiempo"....le otorgó el título de "Mumtaz Mahal" Begum (La Elegida de Palacio)

Antes de casarse, Yurram ya había tomado otras tres esposas, sin embargo, el emperador se quedó tan prendado de Mumtaz que mostró poco interés en el ejercicio de sus derechos polígamos con las tres esposas anteriores. Según el cronista oficial de la corte, la relación con sus otras esposas "no tenía nada más que el estado de matrimonio" La intimidad, la atención, el afecto y el favor que su Majestad tuvo para Mumtaz superó en mil veces más de lo que sentía por cualquier otra mujer.

Mumtaz y el Emperador Shaj Jahan fueron muy dichosos juntos, su relación fue envidiada, ella fue su gran compañera, incluso de viajes.
Embarazada y todo, recorrieron ambos el Imperio mogol. Mumtaz no tuvo nunca aspiraciones políticas y abogó siempre en favor de los más pobres y necesitados.
Ella fue su compañía y confidente más fiel y leal. En sus 19 años de matrimonio tuvieron una prole, 14 hijos, siete de los cuales murieron al nacer o durante la infancia.

Mumtaz, al dar a luz a su último hijo, fallece en Burhanpur. Había estado acompañando a su marido durante una campaña militar.
Tras su muerte, el dolor del emperador fue tan insoportable que durante un año se esconde del mundo a llorar su dolor. Nadie lo vio durante ese año. Cuando vuelve a aparecer su cabello está completamente blanco, su espalda arqueada y su cara muy envejecida. Fue su hija mayor, Jahanara Begum quien ocupa el puesto de su madre y consuela al padre ayudándole a sobrellevar el dolor.

El emperador no quiso que los restos mortales de su amada descansaran para siempre en Burhanpur, es por ello que los traslada en un sepulcro de oro a la ciudad de Agra. Allí es enterrada en un pequeño edificio a orillas del río, provisionalmente, mientras el emperador planea un mausoleo funerario y un jardín adecuados y dignos para albergar hasta la eternidad el descanso de su esposa.



La leyenda cuenta que a los 20.000 obreros que trabajaron en la construcción del edificio se les cortó la lengua y las manos, lo cierto es que lo que sí sucedió es que el hijo del Emperador encerró a su padre, Shaj Jahan,  en el cercano Fuerte Rojo porque la intención era construir otro Taj Mahal exactamente igual en la otra orilla del río Yamuna pero de mármol negro. El dineral invertido en este majestuoso mausoleo fue tal que las arcas se vieron seriamente diezmadas y el hijo del Emperador, futuro rey, no podía permitir semejante locura a su padre.






       Era Mayo de 2012 cuando tuve la inmensa fortuna de poder admirar tan bello monumento. 








Cuando entras al complejo (consta de varios edificios, dos mezquitas, el monumento funerario...) te asalta la lógica curiosidad: cuándo aparecerá esa mole blanca ante nuestros ojos...y la vas adivinando conforme ves arremolinada a las personas que van sintiendo la misma ávida curiosidad.




Allí estaba...suspendida en una tenue atmósfera...desde hace siglos...

Es...como una acuarela en un cielo bien difuminado, una mancha blanca recortada en un espacio azul...es una nívea superficie que absorbe toda la luz que recibe a lo largo del día, y la irradia al mismo tiempo. Y es que el cielo del Taj Mahal es un cielo diferente, no tiene nada que ver con el cielo de otras zonas de la India


He de confesar que no se puede describir con palabras la emoción sentida ante semejante obra, no parece humana, parece divina. Tan solo en dos ocasiones más me ha embargado tanta emoción. La primera vez al ascender por la Acrópolis. Ya el corazón me latía de felicidad. El momento de vislumbrar el Partenón...apoteósico, como apoteósico fue atravesar ese sendero de más de un km, El Siq, que culmina en una gran brecha desde donde atisbar El Tesoro en Petra. Vaya tres momentazos en mi vida viajera....


Asentado en la orilla del río Yamuna, es un privilegiado lugar de peregrinaje de gente autóctona que caminan lentamente envueltos en su colorida indumentaria, la mayoría descalzos, para rendir pleitesía a esta joya de su corona. No es un lugar de culto, es un lugar para ser admirado.





La geometría de sus jardines bien cuidados, hibiscum, rosales, buganvillas, magnolios,...el verdor de su césped, la necesitada sombra que ofrecen sus arboledas, hace que realmente dudes del lugar en que te encuentras: el corazón de la India, un país en que desgraciadamente lo que abunda es la miseria de sus gentes. Este recinto es una isla de higiene, limpieza y pulcritud enmedio de una profunda y persistente pobreza.

















Visitar el Taj Mahal a la salida del sol debería ser obligatorio, casi como un mandamiento, pura magia. El palacio a esas horas tan tempranas se tiñe de rosa enmedio de una ligera bruma que lo envuelve, emerge entre neblinas y silencio....no tuve la suerte de admirarlo al amanecer pero las personas que así lo hicieron vinieron embelesadas y embriagadas de tanta belleza.









El Taj Mahal, de bellas proporciones y perfecta simetría. Una sabia combinación entre arquitecturas persas, islámicas e indias.


Gente, mucha gente. Colores, muchos colores. Sonrisas, muchas sonrisas.








































¿Lo mejor de mi visita al Taj Mahal? Indudablemente la posibilidad de admirar y recrearme en tanta belleza pero sentir el calor de la gente que se arremolinaba a mi alrededor, que me daban a sus hijos para poder abrazarlos y fotografiarme con ellos, esas mujeres de piel arrugada y manos castigadas por el trabajo diario, esos churumbeles con una sonrisa desbordante, para mí esas dos horas que pasé allí fueron tan mágicas como el recinto en sí. Nunca podré olvidar esa acogida y ese cariño gratuito y amable que regalaban a tanto desconocido.

Las personas en la India quizás no tengan todo lo necesario para vivir, quizás carezcan de un mínimo exigible para llevar una vida digna, ya se sabe que el sistema de castas que impera en el país imposibilita a sus habitantes mejorar, subir peldaños, eso hace que ellos encuentren su felicidad en la conformidad, en la aceptación de que su vida es así y así será siempre. Ese matiz fue lo que me llenó el alma, su sonrisa permanente, su intención de agradar, su humildad y conformidad.

Viajar una sola vez a la India debería ser una asignatura obligatoria. Una vez solamente. Así nos daríamos más cuenta de todo lo que tenemos, de todo lo que desperdiciamos y lo infinitamente agradecidos que deberíamos estar por el simple hecho de haber nacido aquí, en nuestra ciudad, en este siglo, en nuestro seno familiar....qué privilegiados somos y, cuánto trabajo queda por hacer ahí fuera.

Esta entrada va dedicada a todas las personas que hicieron posible este viaje a la India, especialmente a tí, mi hermano Luis y a la generosidad de su mujer, Mamen.




       Hasta pronto....volveré?





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